El vestir es un hecho básico de la vida social: todos las personas visten el cuerpo de alguna manera ya sea con prendas, tatuajes, cosméticos u otras formas de pintarlos. Es decir, ninguna cultura deja el cuerpo sin adornos, sino que le añade algo, lo embellece, lo resalta, lo decora. Decía Joanne Entwistle, una reconocida socióloga de moda, en su libro ‟El cuerpo y la moda″.
Si con nuestra ropa buscamos embellecernos, decorarnos a nuestro gusto, los tatuajes también cumplen con la misma función, sólo que éstos conllevan un significado personal que sólo a nuestra vista nos embellece. Cargados de una carga emocional, muestran parte de nuestra identidad. Al igual que pasa con cada elección de ropa que hacemos todos los días, que van construyendo nuestro estilo, nuestra identidad. Con la única diferencia que los tatuajes dan a conocer un símbolo cargado de connotaciones, que elejimos para toda la vida, y no sólo para una tarde, para una noche, o para una salida.
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